Como la baronesa Thyssen a los árboles del Paseo del Prado, parte de los comerciales del Mercado de Barceló amenazaron ayer con encadenarse, en este caso, a sus puestos en la lonja. No quieren que el Ayuntamiento les mueva al mercado temporal previsto para ellos frente al colegio Isabel la Católica durante la remodelación de la galería. Al menos, no hasta después de las Navidades, unas fechas en las que preven aumentar en gran medida sus ventas.
Los comerciantes se quejan de que los nuevos puestos que les han adjudicado para los 22 meses que dure la obra, que comienza a finales de año, son «muy pequeños, no son accesibles a personas mayores -cuando la mayoría de los vendedores tiene más de sesenta años-, y tampoco poseen espacio de almacenaje».
Los comerciantes se quejan de que los nuevos puestos que les han adjudicado para los 22 meses que dure la obra, que comienza a finales de año, son «muy pequeños, no son accesibles a personas mayores -cuando la mayoría de los vendedores tiene más de sesenta años-, y tampoco poseen espacio de almacenaje».
Pero lo peor no es eso, alegan. Un portavoz de los comerciantes afirma que la asociación concesionaria de la explotación de los puestos no les garantiza plaza en el nuevo mercado que va a construir el Ayuntamiento, a pesar de que la concesión municipal es de 50 años. «Exigimos al Ayuntamiento que garantice nuestros puestos en el mercado definitivo», resumió el portavoz de los comerciantes descontentos, alrededor de setenta.
Mientras tanto, el calendario marcado establece que los comerciantes tienen el plazo de un mes para efectuar la mudanza al nuevo mercado provisional. «Yo tengo una frutería y pasaré de un local de 15 metros cuadrados a otro de 4,50 metros construídos pero no útiles. Así no podemos trabajar, no cabemos. Incluso para pasar al puesto tenemos que hacerlo por una trampilla, algo que no todos los compañeros están en condiciones de hacer por su edad», relataba uno de los afectados a Ep.
Por contra, fuentes de Urbanismo aseguraron a Efe que el Ayuntamiento está cumpliendo con su función, «minimizando en todo momento los efectos que la demolición de la antigua lonja y la construcción de una nueva puedan tener para los comerciantes». Estas mismas fuentes recordaron que el Consistorio ofreció a los comerciantes una indemnización por los meses que no pudieran trabajar y que, a pesar de todo, estos prefirieron que se les construyera un mercado provisional.
Fuente: ABC
Mientras tanto, el calendario marcado establece que los comerciantes tienen el plazo de un mes para efectuar la mudanza al nuevo mercado provisional. «Yo tengo una frutería y pasaré de un local de 15 metros cuadrados a otro de 4,50 metros construídos pero no útiles. Así no podemos trabajar, no cabemos. Incluso para pasar al puesto tenemos que hacerlo por una trampilla, algo que no todos los compañeros están en condiciones de hacer por su edad», relataba uno de los afectados a Ep.
Por contra, fuentes de Urbanismo aseguraron a Efe que el Ayuntamiento está cumpliendo con su función, «minimizando en todo momento los efectos que la demolición de la antigua lonja y la construcción de una nueva puedan tener para los comerciantes». Estas mismas fuentes recordaron que el Consistorio ofreció a los comerciantes una indemnización por los meses que no pudieran trabajar y que, a pesar de todo, estos prefirieron que se les construyera un mercado provisional.
Fuente: ABC
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