El Ayuntamiento de Madrid (PP) tiene previsto inaugurar el mercado de Barceló antes de verano, una vez concluya trámites de última hora como la asignación de los puestos a los comerciantes. La obra, que se inició hace cinco años con un presupuesto de 43,3 millones, se ha rematado finalmente en marzo, tras pasar meses prácticamente paralizada por falta de fondos. Este año recibió una asignación de 12,4 millones, que elevó su coste total a 60,5 millones es decir, un 40% más que el plan original, según reveló el gobierno municipal que encabeza Ana Botella.
Para aligerar ese sobrecoste al erario público, el Ayuntamiento prevé vender una parcela de 610 metros cuadrados en el número 3 de la calle San Mateo; ahora sirve como zona de juegos infantiles, pero el plan urbanístico la asignó a oficinas o usos comerciales. El ingreso previsto asciende a 2,7 millones, pero vecinos y oposición en bloque han pedido (sin éxito) que se paralice su venta.
El Ayuntamiento se guarda otra carta en la manga: las plazas de aparcamiento bajo el nuevo mercado. El proyecto original preveía 198 plazas de párking rotatorio (para el mercado) y 438 plazas de residentes. Sin embargo, ese plan sufrió varias modificaciones posteriores. En febrero de 2011, el área de Movilidad determinó que la demanda de plazas de rotación estaba suficientemente cubierta por el vecino aparcamiento de Arquitecto Ribera (292 plazas, con una ocupación media del 39% en horario comercial). Detectó en cambio una demanda pendiente de 657 solicitudes de residentes.
Críticas de UPyD
Pese a ello, el Ayuntamiento estudia ahora convertir las 640 plazas previstas finalmente para residentes en 541 plazas vendidas libremente, según denuncia UPyD. El área de Movilidad tasa en 30.000 euros el precio de la plaza en Barceló, por lo que el Ayuntamiento podría obtener por esa vía 16,2 millones para aliviar el sobrecoste de la obra.
El área de Urbanismo aboga por prestar ese servicio de aparcamiento, que “no era necesario” para el mercado, con el “menor coste para la Hacienda pública”. Esa estrategia concuerda además con la venta de plazas de residentes acometida por el área de Medio Ambiente en el resto de la ciudad.
Pero el concejal Mariano Palacios (UPyD) critica que no se justifique “debidamente” ese cambio, que deja sin atender, a su juicio, la “muy necesaria” demanda de residentes. Esa “chapuza” permite “privatizar” además un aparcamiento que “en su mayor parte iba a ser para los vecinos”, añade.
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